Durante 19 años, después de finalizar las “Primeras Pinturas” en 1990, no pinté nada. Hice algunos bosquejos junto con los temas de astrología esotérica, pero eran torpes. Sentí que nunca volvería a pintar. La veta creativa estaba congelada, oculta bajo un velo en lo profundo de mi interior.

Fue necesaria una crisis profunda y larga, que estalló al comienzo de 2009, para rasgar el velo. Hubo dolores internos que continuaron durante meses , como un continuo tono disonante. En el verano de 2009, descendieron pensamientos a través del  agujero del velo, tomado forma de poemas, los que más tarde publiqué online. Una joven amiga, de quien hablé en las Primeras Pinturas, mostró un profundo interés en ellos – el primer interés profundo que había encontrado hasta entonces. Le di algunas de las primeras pinturas en seda y ella me hizo unas devoluciones que me tocaron profundamente. Para mí fue como si se derritiera el hielo interno. Las puertas se abrieron nuevamente.

Experimenté dos intensas aperturas internas nocturnas. La primera fue como si se quitara un corcho del extremo de mi columna vertebral, y como si la columna estuviera abierta y fluyeran las energías limpiando los escombros. La experiencia persistió unas pocas horas y luego tuve la sensación de estar sobre la tierra, sin cierta incertidumbre que me había acompañado toda la vida.

La otra experiencia nocturna, una semana más tarde, fue como si se abriera una cámara interior dentro de mí, y sentí como si mi pecho se estuviera ensanchando. Tuve la sensación de ser ayudado durante este proceso, por dos personas cercanas que me conteníany me ayudaban a atravesar este proceso.

Repentinamente  tuve el impulso de expresar estas  experiencias sobre papel, y así comenzó la serie “Imágenes de Síntesis”.

El viernes 27 de noviembre de 2009, compré papel, colores y pinceles. Al día siguiente comencé la primera pintura, sin saber que era un nuevo comienzo.

Comencé pintando sobre una foto que había sacado unos días antes. Después de pintarlo, escaneé el cuadro, lo imprimí con una impresora a chorro de tinta y trabajé nuevamente con la imagen, aumentando la luminosidad de los colores. Había nacido mi nueva técnica. Utilizo esta técnica hasta el día de hoy: Preparo la imagen con la computadora, la imprimo, luego la pinto, la escaneo y trabajo nuevamente con la imagen.

Para mi, esto se ha convertido en un proceso alquímico, donde el aspecto material se purifica y adquiere el máximo grado de luminosidad y sutileza que puedo expresar sobre papel. La pintura sobre papel no es el producto final. Lo digital /la impresión, es el original. La digitalización permite reproducir muchas veces con el mismo nivel y calidad del original. De este modo, puedo distribuir el cuadro sin perder nada. Al mismo tiempo, el aspecto material del cuadro no lleva mucho lugar de almacenamiento – se ha vuelto etérico.

Todos los cuadros son expresiones de principios/ realidades espirituales . yo los recibo y los doy gratuitamente. Este principio no es posible en las impresiones grandes sobre aluminio dibond por razones de costo. Por lo tanto, en las impresiones grandes se recarga una compensación material en el marco del tiempo requerido para toda la realización de una pintura (10-20 horas), con una tarifa horaria correspondiente al trabajo. Estas impresiones no son copias únicas, y en el caso de una mayor demanda, se pueden adaptar los precios. 

Las “Imágenes de Síntesis” también sepublican en www.good-will.ch/images_synthesis_en.html , generalmente con citas breves de las enseñanzas de sabiduría de la World Teacher Trust, dando la idea inspiradora. Los cuadros eligen su propio camino de difusión.

Marzo 2013